Las banderas publicitarias no son un elemento más, o un instrumento simplemente decorativo en el contexto de tu organización, empresa, centro deportivo, educativo etc. Estamos hablando de una inversión que se traduce en múltiples beneficios cuyo impacto suele sostenerse a lo largo del tiempo y por ello, no puede considerarse como "gasto" o erogación estéril de dinero en el presupuesto anual de una institución.
Las banderas publicitarias son economicas y efectivas.
Veamos algunos aspectos en los que no siempre se repara al pensar en banderas publicitarias, pero que luego de incorporarlas, se vuelven un patrimonio al que cuesta renunciar...
- Una bandera publicitaria es sinónimo de identidad.
Está claro, que una bandera publicitaria no es mágica por sí misma, sino que debe estar dotada (en primer término) de un diseño tan atractivo como representativo de la institución u organización en cuestión.
Si ya se cuenta con un logotipo, éste debe estar incluido en la bandera publicitaria, pero de tal modo que no se "pierda" sino que cobre jerarquía de la mano de un diseño pensado y trabajado por profesionales expertos en el tema.
- Una bandera con publicidad traduce señales que hablan por sí solas
Cuando nos acercamos a una empresa u organización que nos recibe con unas cuantas banderas en su mástil, prolijamente izadas en un entorno que las jerarquiza por ejemplo rodeadas de un pequeño jardín o adecuadamente iluminadas en la noche, de inmediato nos hacemos la idea de una empresa que cuida detalles, que cuida su identidad, que es dinámica y que se mantiene actualizada y acorde a los tiempos que se viven.
¿Todo eso traduce una bandera publicitaria? Créeme que así es, y si no invito a pensar en esta imagen: dos empresas de del mismo sector, una al lado de otra en una misma ruta. Una tiene un frente tradicional, prolijo pero sin mayores elementos estéticos… y la otra te recibe con algunas banderas bien colocadas como escoltando la entrada principal, bien iluminadas e izadas al viento.
Tú debes detenerte y elegir una de las dos… ¿cuál eliges? Sin duda, la de las banderas ¿por qué? Porque éstas revelan un “algo” que la otra no está mostrando y con ello está todo dicho.
- Una bandera publicitaria da efecto corporativo
Difícil de explicar pero fácil de entender. Una bandera traduce sensación de trabajo en equipo, de pro actividad, de mucha gente agrupada bajo un mismo emblema que trabaja con pasión y compromiso. Visto desde otro ángulo, uno no imagina a una delegación deportiva, empresarial u organizacional sin portar una bandera. Del mismo modo, una empresa que elige mostrarse a través de banderas publicitarias, ni más ni menos porta ese espíritu de cuerpo al que alude la palabra “corporativo”.
Las opciones son múltiples y hay para todas las posibilidades y presupuestos, por lo que no importa el tamaño de la empresa u organización, sino el firme propósito de traducir la imagen empresarial de este modo. Así las cosas, se podrá elegir por ejemplo entre banderas publicitarias verticales u horizontales, rectangulares o con diseños en pico, pensadas para lucir en mástiles o en cuerdas al viento. En síntesis, no hay excusas: queda claro que una bandera publicitaria es una inversión muy que pequeña en términos de imagen, de identidad y de presencia a todo nivel.
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